Me llama la atención que uno de los más bonitos restaurantes en San Salvador tiene um balcón con vista hacia una comunidad marginal. Estar de un lado de la vista o del otro no importa: es tan impresionante ver la imponencia de las alturas a lo lejos como disfrutar de lo pequeños que podemos parecer en un plano general.
No importa el lado del que estamos, mientras aprendamos a apreciar ambas perspectivas. Dicho esto, ¿podríamos comenzar a eliminar estas cercas invisibles para poder comenzar a saludarnos como vecinos que somos?
7.2.15
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario