Llega el momento en la vida del creativo en el que su experticia convierte el viaje creativo en un conjunto de fórmulas replicables; especialmente cuando este tiene que evitar autoplagiarse para crear cosas nuevas. Es ahí el punto de inflexión en el que muy probablemente decida madurar junto a su creación, a pesar de que sus seguidores le odien por ello.
O simplemente, puede dejar en un segundo plano la mecánica y creación monótona, para enfocarse en la pasión producto de la creatividad como un fenómeno social. Dicho de otra manera: si alguien va a disfrutarlo, hay razón para crearlo.
P. D. No hallaba título para el post, así que me inventé la palabra.
21.9.11
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